Post dedicado a Alejandro Morcillo. Un enorme diseñador que nos ha dejado de manera repentina. Dos fotos del río Cofio, en Valdemaqueda y donde solía pescar y donde le hemos dejado ir.
«La economía, estúpido» fue una frase que se popularizó en la campaña de Clinton vs. Bush (papá). Y la verdad es que a raíz de esta frase, parece que se produjo un vuelco en el electorado americano y permitió que Clinton ganara las elecciones.
La hago mía para hablar del diseño y principalmente el diseño de los logos. Personalmente creo que el diseño profesional tiene un valor como elemento vehicular con el consumidor muy potente. El logo, el naming, el interiorismo, etc. Y cuando digo vehicular, lo digo porque existen muchas maneras de comunicarse con el cliente y todas ellas tienen un mayor o menor recorrido, pero desde mi punto de vista, la del diseño es la más:
1. Gratificante
2. Válida y
3. Fiable
Gratificante porque no hay nada mejor que ser identificado y valorado tal y como quieres ser identificado y valorado. Un buen diseño permite notoriedad «gratuita» no mensurable en términos económicos directos, pero si un retorno reconocido. El que alguien coja tu tarjeta y la vea, más allá del nombre, es importante y tiene un valor fundamental. Todavía recuerdo a un profesor ¡en un curso de diseño! darnos direcciones de páginas web diciéndonos que, «bueno, aquí os podéis hacer un logo gratis, al fin y al cabo es solo un logo». Me parece un insulto a la inteligencia y al sentido común.
Es válida porque sirve, y porque hace que la comunicación fluya y permita entender correctamente lo que se quiere comunicar. Y si no es bueno y no es válido, pues puede mostrar ideas no adecuadas.
Es fiable porque se repite su éxito y suele ser válida para un numero alto de personas.
Por tanto, un buen diseño es base del trabajo de marketing o societing. Tiene además la virtud de permanecer en el tiempo, puesto que un buen diseño dura y dura, como las pilas duracell y es más tiene la cualidad de que con pequeños retoques se actualiza y se transforma. Apple, aunque no me gusta poner ejemplos de empresas tan grandes, lo hizo muy bien y fue desde un diseño «ingenieril» hasta un diseño que, evolucionando, ha perdurado en el tiempo.
Y luego está aquello de: «a mi me gusta y a mí no me gusta», pero eso forma parte del juego. Un logo se ve rápidamente si está hecho por profesionales, si hay una pensada detrás de todo el proceso de elaboración o si simplemente se ha hecho para lavar la cara y por trabajadores, familiares o amiguetes de la empresa o persona involucrada.
Detrás de estos logos, siento decirlo, no hay matiz y el detalle es fundamental. Que los unos no se den cuenta de que este círculo estático es una cárcel para la gaviota o ceja de Zapatero y los otros no se den cuenta que no pone 2020, sino que pone 20020, son fallos de bulto, que un diseñador profesional no dejaría pasar. ¿es barato o caro contratar a un diseñador profesional? Y para matiz:
Bueno termino como empecé, con Alejandro. Aquí diferentes carteles y fotos suyas. Descansa en paz.
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