Repetido hasta la saciedad. ¿quieres éxito?, pues a sufrir. Es un término muy anglosajón y es algo parecido al «si quieres peces, mójate el culo» castellano. Posiblemente tiene cierto sentido, aunque hay que tener mucho cuidado con dicho concepto. No siempre el sufrimiento genera resultados, esto es, no hay relación causa efecto entre el dolor y el resultado.
El dolor genera dolor y nada más que dolor. El no pain, no gain, sirve para el deporte, puesto que la única forma de mejorar físicamente y conseguir superar metas, es el entrenamiento el que permite traspasar límites, puesto que si no les superas, no serás capaz de mejorar.
Pero en los negocios, no, no hay que sufrir para conseguir éxito empresarial y no hay que hacerlo por dos razones:
- Por un lado, sobre lo que haces. Tienes que hacer lo que te mola y esto reduce de una manera importante que el esfuerzo se convierta en sufrimiento. Sufrir para alcanzar una meta no es de recibo, porque si algo te cuesta sudar sangre para conseguirlo, plantéate dejarlo o reconducir la idea para poder empezar a disfrutar.
- Por otro lado sobre cómo lo haces. Adaptar el negocio a tus valores, a tu forma de ver la vida es prioritario si quieres hacer que tu negocio sea realizable, soportable y sostenible en el tiempo.
Y siempre hay renuncias, pero eso deben formar parte de los valores que soporta tu idea/ compañía/ alianza, etc. El sufrimiento existe cuando tu negocio no está impregnado de ti, ni de tu esencia, de tus valores e ideales. Y lo peor es que tu negocio, el que lanzas al mercado, no tenga las particularidades mínimas que tu quieres que tenga y esto pasa en los autónomos que se lanzan a hacer aquello que han estado haciendo durante años sin pensar en si es lo que les gusta o no les gusta. Lanzar un negocio tiene una componente de auto-conocimiento altamente necesaria. Claro, el problema viene cuando descubrimos que no nos conocemos y que por tanto somos incapaces de impregnar de valores una idea de negocio que nace (prometo escribir próximamente sobre cómo gestionar estos valores y descubrirlos).
Luego viene el aspecto económico, en el que se sufre ¡y tanto! pero como en cualquier otro espacio laboral. Todos/as hemos tenido problemas económicos y los de lanzar un nuevo negocio no está exentos de esta situación. Existen y lo que demandan es un buen plan económico que te permita entender hasta que punto es sostenible en el tiempo y si es pertinente lanzar o quedarse con las ganas.
Por tanto, no work, no pain, vale. No research, no pain, también, no effort, no pain, también, pero olvídate de sufrir para obtener éxito.
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