Posiblemente sea una fase, en el lanzamiento de cualquier idea o negocio, desesperante, porque no hay un manual claro y conciso que sirva para todos igual. ¿El sentido común? No sabemos siquiera, si eso es válido. Vamos a hablar de la dificultad (o no) de las métricas.
Cuando lanzas un negocio o una idea o un mínimo producto o servicio con el que puedas empezar a trabajar, medir es la base de la mejora, pero no siempre que se mide y se testa, el resultado es válido o sirve de algo. Debemos tener en cuenta que es necesario medir para saber cómo desarrollar nuestra idea. Pero bueno, veamos algunas pistas tomando como ejemplo campañas de Facebook y de Twitter.
En primer lugar. Fijar los objetivos. ¿qué queremos conseguir? Nosotros en nuestra plataforma, definimos una serie de objetivos (bueno, conseguimos definirlos a fuerza de estrellarnos unas cuantas veces de veces). Estos objetivos pueden estar bien o pueden estar menos bien, pero tienen que estar, pues los objetivos son el primer escalón para poder dar respuesta a preguntas o dudas. No hay objetivos, no hay preguntas, ergo, no hay respuestas. Veamos, los objetivos pueden estar solapados o no, no sabemos si una cosa es mejor que la otra y es otro post que prometemos escribirlo en breve, en nuestro caso nos planteamos objetivos solapados.
En nuestro caso:
- Nuestro primer objetivo era entender si a la gente le atraía la propuesta de valor que ofrecíamos, si quedaba claro aquello que queríamos hacer, ofrecer.
- Luego el pequeño detalle de conseguir que las personas se registren. Hay un gap entre que la oferta guste, atraiga haciendo clic y que el usuario esté dispuesto a registrarse. Ese gap que puede ser alto o muy alto. Vamos, que no te extrañe que la gente le atraiga lo que ofreces y que la landing sea tan mala o tan intrusiva o invasiva o lo que sea, que nadie se registre. Nosotros hemos arrojado datos muy interesantes. Por ejemplo en nuestras campañas en twitter tenemos un CTR de casi el 7% (gente a la que le molaba la propuesta de valor y hacía clic en la creatividad), pero casi no existe registro, ¿normal? Puede, pero algo falla).
- En tercer lugar, conocer realmente el público al que le interesa nuestra propuesta. ¿estoy equivocado con a quién estoy ofreciendo mi oferta?
Y puede haber más, pero otra norma: Demasiados objetivos, pueden invalidar el test.
En segundo lugar fijar las variables sobre las que quieres hacer girar la comunicación y que intuyes que pueden ser fundamentales. Vamos, principalmente porque lo que ofrece tu empresa puede molar, pero hay que saber cómo empaquetarlo. Por ejemplo:
- La propuesta de valor. ¿qué ofreces? ¿qué resuelves?
- Las creatividades (colores, textos, fotos)
Por un lado está el servicio puro y duro y por otro, cómo lo vistes. Definir qué aspectos quieres cambiar en uno u otro caso es importante. No cambies muchos, porque no sabrás, si cambian para bien o para mal los resultados, a qué se deberá.
Y en tercer lugar la landing page, desarrollada para registrar a las personas.
- ¿Qué campos? De momento los básicos, como puedan ser el mail y el usuario, serían suficientes, aunque hay negocios que necesitan otros como la edad o cualquier otro campo.
- ¿Cuántos? Muchos pueden hacer retroceder al usuario, aunque nosotros hemos probado muchos tipos y no hemos llegado a conclusión alguna. Como norma, los mínimos que sean necesarios para comunicarte adecuadamente con el usuario.
En fin, tres elementos que tienes que tener en cuenta a la hora de manejar los test que hagas en redes sociales. Uno los objetivos que pretendes resolver y dos los aspectos por los cuales vas a conseguir que tu negocio sea un verdadero éxito. Si confías en tu idea, debes darle la oportunidad de tener buenas métricas que lo avalen.
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