Vivimos un momento complejo, atípico, diferente. Un momento en el que todo suele tener fecha de caducidad o al menos fecha de cambio. Menudos tiempos aquellos en los que El Corte Ingles repetía hasta la sEl Corte Inglésaciedad, «si no queda satisfecho le devolvemos el dinero» y fue su reclamo, el que hizo que dijéramos aquello de: «palabra de El Corte Inglés». Su fin no era la la caducidad, si que era la seguridad en la calidad, al menos la que transmitían.

Vale, pero no hablemos de grandes empresas, no me compete, ni me mola. Hablemos de pequeños negocios. Hoy todo nace para morir, al menos durante los primeros meses. Resulta curioso, pero si antes montábamos un negocio para que durase el mayor tiempo posible, ahora montamos un negocio sabiendo que va a morir en los primeros meses de vida y que esa muerte va a alumbrar una nueva vida. Digamos que es na especie de onda que sube y baja (nace y muere) y que lo que debemos hacer es que el nacimiento y la muerte sean cada vez más rápidos, aunque lo que, lógicamente, esperamos es que la muerte no dure mucho y el nacimiento alumbre un o una cría cada vez más rentable y sabia. Posiblemente nos cueste que un negocio no muera rápido, pero si somos rápidos y suficientemente ejecutivos, daremos con una clave correcta relativamente pronto.

Onda

¿Y esto es bueno o malo?. Bueno, pues creo que ni una cosa ni la otra. Simplemente es. ¿Y por qué es así? por una razón simple, el consumidor ha evolucionado, se ha convertido en un ser exigente, emocional y racional y además opina, es la leche. Antes  nos sentíamos engañados por El Corte Inglés y podíamos hacer dos cosas, patalear o patalear. Ahora, una sola persona le organiza un lío en la red a la mínima y eso, quieras que no, hace daño. Aquellos negocios que se han dado cuenta de esto, han evolucionado, aquellos que no, no lo han hecho. Ejemplo:

Los taxistas: el otro día me monté en un taxi sucio, que olía a tabaco, que tenía una manta de esas que se colocan en los asientos pero que no sabes si el asiento mancha o si lo que mancha es la manta o las dos. ¿Por qué me subí? no encontré taxi con la aplicación MyTaxi y además iba a Car2Goun sitio fuera de la M30, por lo que no podía alquilar un Car2Go. ¿Por qué no me bajé? pues no lo se, pero llevaba prisa. «Joder, que pijo», pensaréis, pues no, simplemente no me gusta hacer cosas que no me gustan y una de ellas es meterme en un coche que huele a tabaco y que está sucio.

El caso es que el primero, el taxista, está muerto, y porlogo my taxi mucha presión que hagan, seguirán muertos (bueno, menos taxi oviedo, que recomiendo seguirle en twitter para entender la evolución de un negocio tan tradicional como el taxi). Pero MyTaxi también ha muerto y tiene que volver a nacer. No podrá seguir con una única línea de comunicación de descuentos, porque seguirá muriendo y ésta será lenta y dolorosa. Tiene que volver a nacer. Car2Go, igual, está siendo la bomba y le queda un tiempo de vida, aunque no se si será suficiente para amortizar lo invertido. El negocio igual está en que alguien lo compre y se quite el problema de encima, aunque esto no servirá durante mucho tiempo.

Otro ejemplo, las tiendas de ultramarinos tradicionales, las de toda la vida. Bueno, pues aquellas que no eran capaces de aportar nada se murieron quejándose, las que evolucionaron hacia productos groumet o compra rápida o hacia una relación verdaderamente fuerte con el comprador-vecino, sobrevivieron.

Si no entendemos que estamos en un momento de nacimiento y muerte y que esa muerte debe ser lo más rápida posible, no estamos entendiendo absolutamente nada de como los negocios se ejecutan hoy en día. Y más importante, qué podemos esperar de ellos y el enorme valor que tienen las ideas. Estamos en un terreno nada frugal, altamente complejo porque nos demanda tener grabado en la frente el gameover de los negocios. El gameover y vuelta a empezar. Pero realmente es un momento bestial, un momento del que no puedes esperar nada, ni bueno, ni malo, un momento en el que tu te lo juegas contra ti mismo y eso se llama movimiento e ideas, ¡menudo cóctel!

Lo dicho, si te sientes perdido, necesitas ayuda y quieres algún tipo de apoyo, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. No somos amigos de solucionar problemas, si de acompañarte en la consecución de tus retos.