La tecnología nos ha cambiado la vida y nos la va a cambiar aún más. Hasta ahora existía la posibilidad de vivir al margen de ésta, pero ahora lo quieras o no, hay obsesión por la tecnología. Los principales elementos que han hecho capaz esto han sido la necesidad de conexión y la de comunicación, vamos como suele ser siempre.
Lo que ha sucedido en este caso es que la tecnología se ha ido introduciendo poco a poco y ha sido capaz de irse haciendo imprescindible, aún entre aquellos que dice eso de «a mi la tecnología no me afecta». Móviles, tabletas, nuevas fórmulas de ocio, nuevas aplicaciones de movilidad, nuevos materiales y técnicas menos intrusivas en cirugía y en medicina en general, en moda, en comida, …, datos y análisis basados en neurociencia, que nos permiten ir más allá en el conocimiento del consumidor, la geolocalización como base para muchas actividades (mira la vaca que te vas a comer, mira cómo están haciendo tu juguete, mira donde tienes el coche de alquiler más cercano, vigila).
Y viene más, la tecnología nos permitirá inhalar sabores, permitirá rescatar ingredientes ancestrales para mezclar con los que ahora mismo ya disfrutamos, donde se utilizan productos naturales «tecnificados», es decir, ya no tendremos que ponernos el pepino en los ojos, eso estará mejorado por un pepino bionosequelechesmás que potenciará lo que la rodajita de pepino hacía en nuestros ojos y lo mejor es que será totalmente natural.
La tecnología se ha impuesto en todo, pero donde menos nos hemos dado cuenta es en el momento del pago, la capacidad para mover dinero ahora y en los próximos meses, será increíble. Los pagos por móvil, son tecnología y seguro que suben como la espuma y los locales, kioscos, bares, restaurantes, etc. irán cambiando las tarjetas por técnicas más cómodas, seguras y actuales.
La obsesión por la tecnología, existe, aunque no seamos conscientes de ella. Los abuelos y abuelas ya no llaman, usan whatsApp o cualquier otra aplicación y nos mandan fotos con el atún que acaban de comprar en el mercado para la cena. Vamos, inimaginable hace unos años. Y todo esto no ha hecho más que empezar, pues los próximos 2 años van a ser cruciales en el desempeño de la tecnología y en la capacidad que tengamos, los que todavía trabajan, en hacer uso de ella. No hacer uso de ella será como competir contra un Fórmula 1 usando un 2caballos de la época, que chulos eran, pero lentos también.
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